Lo peor de saltarte tus principios, de matarlos, de romperlos, de ahogarlos, de dejarlos tirados en cualquier rincón...es la soledad que se siente después. Esa soledad que provoca perder a alguien que nunca debí perder: a mí mismo. Porque 2010 cagadas no traen 2011 sonrisas, sino 2011 noches dando vueltas en la cama hasta que el cerebro deja de torturarme y decide regalarme una tregua.
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