Tantas veces a dos centímetros de tu boca, tantos días con tu piel a un palmo, tantos meses sin poder rozar tus piernas, tantos años soñando con saber a que huele tu espalda. Intenté robarte el corazón y me llamaste cleptómano, matar mis tiempos muertos entre tus piernas, y me llamaste asesino…rapté tus mejores sonrisas y nunca me lo perdonaste. Hoy me acusas de locura y ni eso reduce mi condena. Atado para siempre a tus caderas, mordiendo de nuevo el polvo. Qué tendrán tus labios que me he hecho adicto y no hay nada que me desintoxique.
Juan Rafael no hace falta decirte lo mucho que me gustan tus fotos....pero tus textos tambien, un besin :D
ResponderEliminarJuan Rafael, soy fan de ti.
ResponderEliminargracias x comentar jajaja :)
ResponderEliminarSencillamente... genial.
ResponderEliminarTe superas por segundos, Juan.